Por Álvaro Romero (Profesor de Lengua y Literatura en el IES Almudeyne)
A propósito del andaluz, y de la autoflagelación de Rosa la de Operación Triunfo, hay que volver a repetirlo:
Los andaluces somos, tal vez, los que mejor hablamos de España, sin que tengamos otra lengua distinta del castellano, sino un castellano hablado a nuestra forma, tan legítima como todas las demás formas, todos los demás acentos, desde México hasta Chile pasando por Argentina o Extremadura.
Los acentos de una lengua la enriquecen. Ninguna lengua tiene un acento perfecto y unos acentos imperfectos. Todas las lenguas se materializan, a la hora de la verdad -a la hora de hablarlas-, en hablas o acentos, que son las formas personalísimas de avivar una lengua, pues las lenguas que no se hablan son lenguas muertas.
El castellano hablado en Andalucía -el andaluz, o mejor dicho, las hablas andaluzas- está tan vivo que lleva siglos a la vanguardia de nuestra lengua, desde que era lengua imperial y estuvo llamada a que la hablasen casi 500 millones de personas en el mundo. Fue el castellano hablado en Andalucía -o sea, el andaluz, estas hablas andaluzas nuestras- el que cruzó el Atlántico para derramarse por América. Y desde entonces, todos aquellos acentos no provienen de un castellano a secas -que tal vez no exista- sino del castellano hablado en Andalucía, o sea, el andaluz.
Que el andaluz -el castellano hablado en Andalucía- es dialecto de vanguardia, lengua con personalidad, economía propia y versatilidad comunicativa más allá de la frígida teoría academicista no solo lo han dicho escritores -quienes mejor manejan una lengua- nacidos aquí, como Antonio Machado o Antonio Muñoz Molina, sino incluso escritores nacidos en la otra punta de España, como Torrente Ballester.
Así que cuando nos vengan con vulgarismos extendidos por el Sur -como por cualquier otra parte-, no los reconozcamos como andalucismos, sino como vulgarismos, que son cosas muy distintas. Que ya está bien de dar la lata con el andaluz, acento tan principal y elegante de quienes mejor sabemos hablar español con todas las letras y a pecho descubierto.
Autor: J. S. Morales / J. M. Moya
Intérprete: Los Romeros de la Puebla