¡Cómo no hacernos eco de esta actividad ideada para la asignatura de Lengua Castellana y Literatura! Un trabajo bien hecho siempre tiene éxito, aunque tratándose de la literatura en la Edad Media cuesta creer que se haya hecho viral en tan pocas horas .
– ¡Carlos, cuéntanos como fue el proceso de creación porque el resultado es, desde luego, emocionante!
¿Quién iba a decir que un simple trabajo de lengua fuese a llegar tan lejos?
Todo empezó cuando nuestra profe de lengua Berta nos encargó elaborar una charla «Ted».
Al principio dejé pasar la opción de escoger el tema que quisiera entre varios a elegir, pero cuando llegó el momento de escoger, vi que un amigo tenía el del Mester de Juglaría, con el cual me siento muy identificado y este chico no tuvo ningún impedimento en cambiármelo.
Al llegar a casa, se me vino al momento la extravagante idea, que poco después iba a hacer realidad. Decidí componer una canción con ritmos y melodías medievales en guitarra y poner en forma de versos la información que debía exponer sobre estos personajes medievales.
Al cabo de dos semanas escuchando música medieval y viendo vídeos sobre ese estilo tocado con la guitarra, obtuve lo que iba a ser la melodía principal y las notas básicas. Entonces supe que había llegado el momento de hacer la letra…
Me informé bien en diferentes fuentes de Internet sobre estos misteriosos y enigmáticos, pero a su vez divertidos personajes de la historia de la literatura. Me empapé bien de los estilos, las rimas y las ingeniosas maneras que tenían de llamar la atención del público y lo convertí en verso. Al darle los últimos retoques a la letra y estar pensando sobre la labor de los juglares, me di cuenta de que los raperos hacen lo mismo, nos informan de temas de actualidad y, aunque critiquen, lo hacen de una forma vistosa y que nos llega a todos… «¿Por qué no mezclar ambos estilos?».
Así decidí componer un estribillo que concordara musicalmente con la melodía principal, pero haciendo un rap que comparase estos dos tipos de artistas, tan distantes en el tiempo, pero tan cercanos en cuanto a finalidad. Así fue como surgió esta idea, solo faltaba echarle coraje al tema…y exponerlo en clase, esto me provoco bastantes más nervios que si hubiera sido una versión de otra canción lo que interpreté, pero todo lo que iba a exponer era mío, lo había hecho con mis propias manos, mente y garganta…era una parte de mí…
El resto de la historia ya todos la conocéis.
Articulo enviado por Carlos Cano